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 El experto Daniel Beck revela en su web que R.S. Toys fue fundada en Suecia por el comerciante Uno August Riese y el experto en modelado Nils Emmanuel Lundberg a mediados de los años treinta del siglo XX. En 1936 comercializaron tres modelos de inyección metálica a escala 1/43 que seguían las pautas de diseño impuestas por los modernos Tootsie Toys fabricados en Chicago, que en aquella época se pusieron de moda en Europa impulsando a otras marcas, como Dinky Toys o Märklin entre otras muchas, a producir este tipo de juguetes. Los coches de R.S. Toys fueron un De Soto de 1935, un Chevrolet Master Deluxe del mismo año y un Volvo Carioca de 1936, además de algunos coches de carreras y motocicletas a escala superior. La compañía entró en bancarrota en 1937, así que la producción de los turismos a escala 1/43 fue limitadísima. Sin embargo, en 1983 el investigador Kaj Wicklander encontró los moldes de los tres modelos y comercializó una serie limitada de cada uno de ellos producidos en metal blanco. Técnicamente, la realización los R.S. originales fue formidable. Eran robustas miniaturas en metal con base metálica, calandra y faros en chapa, base estampada y llantas en zamak y neumáticos de caucho, sin cristales, suspensión o interior en sintonía con la clase de miniaturas que se fabricaban en los años treinta. Los rarísimos automóviles de R.S. Toys, hoy perseguidos por los coleccionistas más pudientes, fueron las primeras miniaturas de coches fabricadas en Suecia con la técnica ‘die-casting’.  
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